Diario de una Pequeña Saltamontes

¡Hola hola!
Esta semana os traigo un post diferente. Es más bien algo informativo. Cuando sales de bolo, y vas bastante lejos, suele salir mejor si alquilas una furgoneta para todos los componentes de la banda y sus trastos que llevarlo todo en coches, así que, os dejo aquí una tabla que nos hizo mi querida Carol con empresas de renting  de furgonetas y sus precios.

Esta tabla se hizo en marzo de 2018 para viajar desde Valencia hasta Irún, así que las condiciones y precios son en base a los kilómetros que necesitábamos hacer y las personas que viajaríamos (concretamente 6). Las condiciones y los precios de estas empresas pueden haber variado a día de hoy, así que lo mejor es que llames y te asegures.

Por otro lado, hay muchas más empresas pero aquí se recogen las que nos venían bien a nosotros por localización.

¡¡Espero que os sea muy útil!!

P.D: Haz click en la imagen y la verás más grande ;)

Si disfrutas la música sin tener proyecto musical, como oyente y, si además no tienes a nadie cercano que intente vivir de su música, habrá un montón de cosas que te voy a contar en este blog y que te van a sorprender.



La primera es cómo se consigue, normalmente y siendo una banda underground (o no tanto), hacer unas cuantas giras por tu país, o fuera de él, con una banda con cierto renombre. Los ingredientes necesarios son: dinero y el contacto. No siempre es necesario el ingrediente del dinero, dependerá del evento y de la manera de hacer de la "banda grande" en cuestión.

El contacto evidentemente lo necesitas para enterarte de que tal o cual banda viene a tu país y necesitará telonero. El dinero, tengo entendido que es para pagarle a esa banda grande la pasta que te pida por permitirte tocar en su mismo cartel. No tengo constancia de que parte de ese dinero se lo lleve la promotora, pero no lo podría confirmar.

Dicho así suena horrible, pero es el día a día. Seguramente no sepas que, en la música, hay un montón de personas intermediarias que cobran antes que el propio músico. Si no se es suficientemente grande, no se pueden pagar los costes iniciales de una gira sin ayuda.

A esa gente le ha costado un esfuerzo llegar hasta donde está, puede que incluso no estén todavía a un nivel tal que les permita sacar un sueldo digno de su proyecto, así que lo que vienen a decir es algo así como "bueno, si quieres tocar conmigo, tú te podrás aprovechar del reclamo que supongo en tu país y podrás exponer tu proyecto delante de MIS fans. Yo también quiero llevarme algo a cambio, así que tendrás que pagarme un dinero por fecha".

En muchas ocasiones, la banda "grande" utiliza ese dinero para sufragar los costes del tour. Ten en cuenta que, hoy en día ya no se ganan sumas enormes de dinero con la música, es más, habrá cuatro bandas contadas que ganen un montonazo de pasta y luego, otras en el escalón de abajo sobreviviendo.

No daré mi opinión acerca de esta práctica porque, sinceramente, tengo sentimientos encontrados al respecto. Por un lado entiendo los motivos que algunos tienen para pedir dinero a una banda pequeña, pero por otro creo que a algunos se les olvidó aquella época en la que no tenían dinero ni para cambiarle las cuerdas a la guitarra (también habrá quien eso no lo haya vivido porque nadó en la abundancia desde que nació).

Simplemente voy a exponer los hechos, de manera que si ves un cartel con una banda que para ti es famosa y otra u otras que no conoces de nada (o muy poco), que sepas que seguramente les habrá costado un pastón estar ahí y que seguramente no van a cobrar NADA. Ya que están en el cartel, no te cuesta nada llegar al inicio del evento y darles una oportunidad.

El coste por fecha es muy variado. He oído de bandas que han pagado unos 200€ por fecha (con una banda que tuvo su momento pero que ya va de capa caída) y a otros que han soltado 2000€ por fecha por tocar con una banda que todavía está en el candelero. Por supuesto, a ese coste extra hay que añadirle tus gastos personales, que no siempre están cubiertos (depende del acuerdo al que se llegue, hay quien incluye desplazamientos y hay quien no).

A día de hoy todavía no he tenido que pagar para tocar con nadie, ni cuando toqué con Crucified Barbara, ni con Leo Jiménez en el Euskal ni con Tierra Santa tanto la vez anterior como la próxima en Valencia el 2 de Junio pero, por desgracia, ese momento llegará si quiero subir de escalón.

Eso sí, voy a tener que ir ahorrando para pagar toda la publicidad necesaria para promocionar, tanto el nuevo single que está a punto de salir, como el videoclip asociado pero bueno, ¿quién no invertiría en su negocio si quiere prosperar? Por mucho que sea arte, todo tiene un precio y desde el momento en el que quieres que alguien pague una entrada, debes invertir para ofrecer un mínimo de calidad.

Ahora te pregunto: ¿has tenido alguna experiencia de teloneo pagando? ¿Cómo fue? ¿Valió la pena o te arrepientes? ¡Te invito a contarlo en los comentarios!

Hay que ver lo caprichosa que es la vida a veces. Cuando le regalas tu disco a alguien, nunca sabes quién lo acabará escuchando.



Vince, guitarra solista de Seventh Hell, paga sus facturas trabajando en un comercio cara al público desde hace bastantes años. En diciembre, le dio a uno de sus compis de trabajo y amigo nuestro EP, "We are burning!".

Su amigo, lo llamaremos X, le dijo "¡oye! pues yo conozco a JL, miembro y fundador de tal grupo que arrasó en los 90, se lo podría enseñar... Además, ha lanzado a la fama a unos cuantos artistas." A lo que Vince, incrédulo, contestó: "¡claro! enséñaselo y que nos haga famosos tío, que ya está bien de vender zapatillas".

Y va y lo hace...

A finales de diciembre, cuando Vince ya no recordaba aquella conversación, recibió una llamada... La llamada de JL.

Lo que escuchó le gustó, y mucho. JL quería reunirse con nosotros. Estamos hablando de que una persona, catalogada por otras (y lo de otras es bastante importante) como uno de los mejores productores del país, que ha trabajado con los músicos de Prince y que ha vendido como 10 millones de discos entre propios y producidos para otros, quería una reunión con nosotros, Seventh Hell, ese grupo que se esfuerza pero del que nadie apenas sabe nada.

Para empezar, al igual que el resto de mis compis, lo que sentí fue un halago tremendo. Por las manos de esa persona había pasado mucha música, y que le hubiéramos gustado ya era algo interesante. Algo habíamos hecho bien (¡y Raul Abellán tuvo mucho que ver con su increíble trabajo!).

La cita se produjo el 3 de Enero en un sitio un poco raro para este tipo de citas... un 100 montaditos de un centro comercial :'D. La sensación que tengo es que aquella cita sirvió para que él se hiciera una idea de si teníamos las cosas claras o de si éramos unos flipados. La impresión debió ser buena, porque nos citó en su casa dos semanas después.

Estábamos muy emocionados pero yo no me quería hacer ilusiones. Trabajar con alguien de ese nivel significaría pagar mucho dinero que, posiblemente, no tendríamos, así que quería estar preparada psicológicamente para cuando me dijera el precio de su servicio (sí, nos buscó él, pero lógicamente no trabaja gratis).

Tras la reunión en la que hablaríamos de dinero (bueno, sí, era bastante dinero, pero todavía era algo pagable eso sí, con ayuda de un préstamo bancario), decidimos que haríamos el esfuerzo y que nos embarcaríamos en esta nueva aventura.

Llevamos unos meses trabajando con él y compaginando la composición con conciertos, grabación de videoclip (de la cual os hablaré en breve)... Está siendo bastante intenso la verdad.

No sé si esto nos llevará a algún sitio concreto o si será un paso más dentro de mi aventura musical. Lo único que tengo claro es que voy a aprovechar cada minuto para aprender al máximo y poder crecer como artista.

foto de Ian Schneider

Hace muchísimo que no te escribo, pero mi vida ha sido una montaña rusa desde la última vez, créeme.

Aunque ya es abril y parece que esté prohibido hacer balance del año anterior en este mes porque ya llegas bastante tarde (fíjate qué drama), lo voy a hacer igualmente, en un acto de rebeldía, así, a lo loco.

A nivel personal se dieron muchos cambios, uno de ellos fue tomar la difícil decisión de dejar mi trabajo como profesora de canto en rockschool valencia. Fue una lástima porque puse mucha ilusión, mucho esfuerzo y muchas ganas, pero cuando no se cumplen ciertos mínimos laborales hay que tomar decisiones (podría hablar extensamente de los motivos que me llevaron a dejar el centro, pero sería remover algo que mejor que permanezca quietecito. El tiempo al final lo pone todo en su lugar).

Puedo estar satisfecha de mi trabajo allí, me esforcé, invertí dinero en publicitar mis clases en el centro sin que nadie me lo pidiera e intenté mantener satisfechos a los alumnos (cosa que me consta conseguí en un 95% de ellos como mínimo). Recuerdo que dejé de ver a mi cantante favorita por ir a una cena de empresa, porque hacer piña lo consideraba más importante... He de admitir que de vez en cuando me arrepiento un poquito de aquella decisión xD.

Mientras terminaba mi trabajo allí, hice un estudio de viabilidad del negocio que quería montar en una zona concreta, me hice unas excel con el dinero que necesitaría como mínimo para pagar los gastos del negocio y empecé a buscar el sitio ideal (y asequible a mis posibilidades económicas) en el que montaría mi primera empresa: Lory RoxX Vocal Studio. La búsqueda no fue fácil: necesitaba un sitio pequeño, con buena ubicación y que no me costara un riñón. Se alinearon los planetas y lo encontré, concretamente a dos calles de mi casa (no necesitaría transporte público, un gasto menos, ¡bien!).

Así me encontré lo que era el baño xD

La ubicación era ideal y el precio era perfecto. Solo había una "pequeña" pega: estaba hecho polvo. Hacía mucho tiempo que ese bajo estaba cerrado, había una gotera (que afortunadamente solucionó el seguro del edificio muy rápido), el baño no cumplía con las medidas mínimas para que una silla de ruedas pudiera entrar en él y la instalación eléctrica estaba a medias. Además, en una parte del local no había falso techo ni suelo (diversión máxima). Así que nada, como no había presupuesto para que una empresa externa me hiciera la reforma, me arremangué y junto a tres valientes más, nos pusimos manos a la obra (nunca mejor dicho).

Esto serían las aulas

Aprendí a hacer de todo: cemento, poner azulejos, cortar hierros con radial, colocar parqué, hacer regatas... Fue... Instructivo jajaja.


Una vez estaba todo listo, faltaba lo más estresante: el papeleo. Contraté a una asesoría online (no quería tener que desplazarme cada cierto tiempo con las facturas. Existiendo dropbox ¿quién quiere perder el tiempo en eso? ), conseguí la memoria técnica que tendría que entregar en el ayuntamiento y me di de alta como autónoma para poder empezar.

Una vez estuvo todo, pude empezar a dar mis clases allí y, la verdad, me sorprendió la respuesta de mis antiguos alumnos y de los nuevos. Muchos se vinieron conmigo (algunos incluso viviendo lejos) y otros que no vinieron, me recomendaron a sus amigos, cosa que les tengo que agradecer (¡¡os quierooooo!!).


A día de hoy no me puedo quejar. En este negocio, como en muchos de características similares, hay temporadas altas y bajas, pero en general he superado mis espectativas. (Necesitaba unos siete alumnos para cubrir gastos y, a día de hoy, tras cuatro meses en activo, tengo más de 20).

Estoy contenta porque, al tener mi negocio tan cerca de casa, me puedo organizar para poder dar clase a esas personas que suelen trabajar a turnos y necesitan ir rotando cada semana, así que puedo ir y venir sin perder demasiado tiempo.

Me organizo los horarios como me interesa y tengo total flexibilidad para compaginarlo con Seventh Hell porque no tengo un horario fijo de apertura y cierre. Abro en función de si tengo clases o no (por cierto, tengo un montón de novedades infernales que te contaré en próximos posts, así que suscríbete al blog si no te las quieres perder ;) ).

Foto de Justin Main

El móvil. Ese aparato que se ha convertido en parte de nuestro cuerpo, siendo ya una modificación de nuestra mano. Ese objeto que nos acompaña a cualquier parte, baño incluido.

Esta mañana he salido de casa un poco justa de tiempo. Quería coger el metro a buena hora, así que he bajado apresuradamente las escaleras mecánicas, pidiendo permiso a la mujer que iba charlando con una amiga a su derecha, formando entre las dos una barrera infranqueable.

Quedaban apenas tres minutos para que mi metro se marchara, así que he corrido un poco. A pocos metros de la puerta del último vagón, oía que algo se caía. Al girarme, las de "la barrera infranqueable" exclamaban al unísono: "el mooooviiil", con voz de mucha pena, como si se acabara el mundo en ese momento. Y, en la zanja de metro setenta de profundidad en la que se encuentran las vías estaba MI móvil. Boca abajo. Con esa carcasa de flash tan chula que compré un día en Amazon. Tirado en la vía del metro, casi debajo del último vagón. No sabía ni qué palabra mal sonante exclamar.

Mientras andaban hacia la puerta del vagón y entraban, la mujer y su amiga me decían que llamase a los de mantenimiento. No sabía si moverme de allí, porque tal vez cuando volviera ya no habría ni rastro del aparato. Paralizada, debatía conmigo misma si saltar abajo o no porque, se supone que eso es peligroso y no se debe hacer... ¿no?

Daniel Roizer

Un chico se acerca. Mira abajo, me mira y dice "vamos a hacer una cosa, todavía quedan dos minutos para que salga el metro". Me da su móvil y su tarjeta del metro. Salta. Y yo padeciendo por él puesto que no tenía la culpa de que yo llevara el puñetero trasto en el bolsillo de la chaqueta sin cerrar. Vuelve a subir, y yo no sabía si abrazarlo o qué. Cojo mi móvil, con las manos algo temblorosas, y lo guardo en el bolso.

Entro en el puñetero tren y voy cruzando vagones, pasando por delante de, de nuevo, las de la barrera infranqueable, las cuales al verme preguntan: "¿¿¿lo has podido coger???". Sonrío, asiento y pienso "Sí claro. Estoy bien. Gracias. Zorras".

En el tiempo que ha durado, tanto el trayecto en metro como mi caminata al trabajo, he estado pensando. Lo primero que he deseado es que ese chico tenga el mejor puñetero día de su vida. Lo segundo que he hecho es preguntarme: ¿tan importante es ese aparato? La vida de cualquier persona vale más que ese trasto. He recordado todas las cosas que llevo en ese pequeño dispositivo, tanto personales como del trabajo. Hoy en día, pierdes el móvil y pierdes algo bastante importante, como toda imagen y vídeo recibido a través de WhatsApp tan útil para la vida. Solo son datos volátiles, nada más.

Me he acordado de aquel programa de Jordi Évole en el que se hablaba de la adicción al teléfono móvil y a estar conectado constantemente. ¿La vida "real" ha perdido valor?¿Somos el móvil que tenemos y la "vida virtual" que construimos con él y las redes sociales? Yo solo sé que he estado apunto de saltar a la vía, sin preguntarme si luego podría volver a subir, y todo por un aparato electrónico totalmente reemplazable. Me he sentido como los yonkis que hacen lo que sea por su dosis. Este es el mundo que estamos construyendo.

foto de John Towner

¿Soy la única a la que, por alguna extraña razón, le gustan más los años pares? La verdad es que todavía no he conseguido averiguar por qué...

El año 2016 está a punto de terminar. Miro atrás, empiezo a revisar desde enero, me doy cuenta de la cantidad de cosas interesantes que he podido hacer y me siento muy muy feliz. Creo que, cuando trabajas mucho, te ganas el derecho a destacar todo lo bueno que has conseguido y todo lo que has sido capaz de mejorar trabajando, eso sí, sabiendo en todo momento dónde estás y hacia dónde quieres dirigirte.

Trabajando con Raúl "in de nait"

Durante el mes de enero terminamos las sesiones de pre producción del que sería nuestro primer EP. Sesiones divertidas y fascinantes con las que he aprendido un poco más acerca de qué cosas tengo que tener en cuenta para que una canción sea más interesante. Bueno, todavía hay mucho que aprender pero creo que algo de aquellas lecciones pude y supe aplicar.

Además de eso, también tuve la oportunidad de participar en la presentación del disco de The Third Grade en la sala Rock City. Me pilló en un momento personal un poco chungui pero creo que lo defendí guay :D

fotaza de Herestia

En febrero entré por primera vez con Seventh Hell  a grabar "We are burning!". Nuestro tesoro. Nuestro trabajo, nuestro sudor y nuestras lágrimas llevadas a un estudio de lujo, con un capitán de barco espectacular llamado Raúl Abellán. Estoy contenta con el resultado y con la experiencia, porque recuerdo que cuando acabamos de grabarlo, me dio pena marcharme del estudio.

En marzo tuve el primer concierto con la formación actual. Aquel concierto no lo recordamos como algo bueno, pero nos sirvió para aprender que, después de la paliza que supone entrar al estudio teniendo trabajos paralelos, no se dan conciertos xD. También aprendimos que hay quien tiene mucho nombre montando eventos pero de profesional tiene lo que yo de astronauta.

En abril, comenzaron las actuaciones de ese concurso al que nos presentábamos para rodar y para no pasar de la primera fase, pero que nos acabó llevando a la final de la comunidad valenciana xD. También tuve la primera sesión de fotos de mi vida, sesión de lujo con Irene Bernad, en la que me di cuenta de que posar es toda una ciencia. Apunté como asignatura pendiente mejorar en este aspecto e hice experimentos con mi cámara cuando nadie me veía :P.

A mis haters con amor

Si no sabéis quién es Irene, os invito a hacer click aquí. Es uno de los mayores ejemplos de trabajo, esfuerzo, constancia, cariño y éxito hechos persona. Es una profesional con mayúsculas, que se ha ganado la reputación buenísima que tiene a base de fotografiar, estudiar, aprender de sus errores, volver a fotografiar...

foto de Carol, que siempre nos pilla xD

En mayo acepté un trabajo para grabar una canción la mar de moñas para un chico de Indonesia que había hecho una versión acústica de un tema dance titulado "I love you so much". Además de grabar el audio también se grabó un vídeo. Jamás me había puesto delante de una cámara de vídeo que no estuviera en mi casa, en mi zona de seguridad, y fue interesante la experiencia.

 En el mes de junio volví a enfrentarme a un examen después de años sin hacerlo. Encima no era un examen de una de esas asignaturas que durante la carrera de Ingeniería Informática me importaban poco menos que un comino, no, era un examen de canto. Mi primer examen de canto. Estaba bastante histérica pero al final salió bien y me saqué el nivel 8 de canto de la titulación Rock School.

También en el mes de junio, puse en marcha la primera campaña de pre compra de "We are burning!" con un acojono brutal porque no sabía en qué berenjenal me estaba metiendo. Al final salió de lujo porque la primera edición física se terminó en unas dos semanas y acabamos mandando discos a Rusia y Japón.

En julio, agosto y septiempre nos pusimos onfire y compusimos temas nuevos para completar nuestro setlist, además de componer pequeños trocitos de musica para que durante los conciertos no haya silencio total en ningún momento. Además de esto, recibimos la oferta de una empresa de promoción y management extranjera que jamás pensamos que nos iba a hacer caso y que monta giras para artistas de la talla de Tarja Turunen o Amaranthe.

En octubre firmamos nuestro primer contrato de management con la empresa española Black Heaven con la que haremos un montón de conciertos en 2017. Lo interesante será que los conciertos tendrán lugar fuera de nuestra ciudad natal, cosa que nos pondrá bastante a prueba.

Por otro lado, la descarga de trabajo que supone tener un manager es increíble, así que ahora ocupo mucho tiempo en escribi, componer y aprender todo acerca del fascinante mundo del marketing online y el community management.

También en octubre, participamos en la Crue Metal Night II. Habíamos preparado un buen bolo y teníamos unas ganas enormes de sacarlo a pasear. Esta vez nos marcamos un bolazo digno de enmarcar y del que estamos muy muy orgullosos. También conocimos a gente de otros grupos muy guay procedente de tierras catalanas.

foto de radio manises

En noviembre pasaron varias cosas interesantes: cumplí años (bueno, esto no sé si es muy interesante xD) y tuve la primera entrevista de radio de mi vida, la cual podéis escuchar aquí. También destacar que recibí una llamada que nos llevó a telonear a Tierra Santa en una sala a la que pensaba que no volvería por lo enorme que es y lo cara que resulta de alquilar (bueno, cara para mis chicos y para mi, que no movemos a mil personas xD).

Fue gratificante saber que el organizador del evento nos quería a nosotros y no a cualquier otro grupo con más rodaje, así que lo dimos todo junto a dos bandas teloneras más y aprovechamos el evento para grabar un vídeo profesional de la noche, el cual puedes ver haciendo click aquí. El vídeo nos lo hizo Pequeño Timmy Films y no podemos estar más contentos, no solo con el resultado, si no también con la rapidez con la que nos lo entregó.

Captura de pantalla del video creado por Pequeño Timmy Films

Finalmente, en diciembre pillé un resfriado que hacía años que no cazaba tan fuerte. Esto, junto a un evento de la escuela en el que los profesores teníamos que tocar en la calle, me sirvió para comprobar que, efectivamente he trabajado mi voz un montonazo y todo esfuerzo tiene su recompensa. Durante la prueba de sonido canté y no parecía que estuviera resfriada, según comentó un chico que pasaba por la calle y se quedó a verla. Cuando saqué el pañuelo para sonarme dijo "¡¡hostia, y encima está resfriada!! ¡¡Cómo cantará estando sana!!". Al final el evento se suspendió porque se puso a llover, pero me fui contenta igualmente.

En cuanto a mi trabajo, estoy bastante orgullosa de mi misma. Pagar publicidad de tu bolsillo, atender mails de alumnos fuera de horario laboral y currarte las clases, al final tenía que dar frutos. Si además de eso añades que tienes como alumna a una logopeda que, sabiendo un montón de voz, está más que contenta con tus clases, pues oye, te vienes arriba, sin pasarte, pero con alegría xD.

Este año que se va, aunque en lo personal, tanto para mí como para el resto de mis hermanos de banda, ha sido un año de mierda con mayúsculas, en lo profesional ha sido un grandísimo año, así que solo puedo dar las gracias por haber aprendido tanto y por tener la posibilidad de seguir luchando y trabajando por alcanzar mis metas con unos compañeros de lujo.

También me alegro de ser cada día más capaz de ver en quién puedo confiar y con quién hay que ser simplemente cordial, sin llegar a mucho más, echar una bomba de humo y salir corriendo, porque en cuanto te gires te clavará un puñal, una estaca anti vampiros y un bazooka si puede.

Seventh Hell - Sala Fussion (captura de vídeo)

El día había llegado. Habíamos trabajado mucho y era hora de descargar y disfrutar de todas esas horas de ensayo, así que, tal y como manda el ritual pre concierto, fuimos al local de ensayo, cargamos los trastos necesarios y los llevamos a la sala.

Camerino 1 - Sala Fussion (Massanassa)

Picamos un poco y, cuando comenzó el primero de los conciertos, bajamos a verlo. La sala no estaba llena pero había público cuando comenzó, así que, algo es algo. Antes de terminar, subí a cambiarme, respiré hondo y para abajo. El momento había llegado. Era hora de descargar energía y, encima, de la mejor manera, porque Fran me consiguió un micrófono inalámbrico y fui muy muy feliz.

El sonido arriba fue horrible. Estaba todo totalmente descompensado y por mis monitores solo podía oír la guitarra de Vince, que lo tapaba todo. Estaban tan altos que acoplaban con nada que me acercara, así que tuve que cantar entre mis monitores y el de Sparks casi toda la noche, porque era el único sitio en el que me podía oír bien. También es cierto que podría haberle hecho señas al técnico pero eso es algo que todavía no me nace hacer, solo pienso en que siga el espectáculo, así que lo corregiré.

Miré al público y, durante la primera canción vi caras raras. Luego me comentaron que eran porque el sonido fuera, al parecer, era igual de malo que dentro: todo totalmente descompensado, totalmente falto de frecuencias medias, como si hubieran colocado una manta tapando todos los altavoces de la sala. Bueno, no me vine abajo, es más, ninguno lo hicimos. Seguimos adelante, dándolo todo, intentando disfrutar de cada segundo y las caras del público fueron cambiando.

Foto de Eva Cucarella - Metal Korner

Llegó la primera versión de la noche y, tras tocarla, aprendí otra lección: vi claro cuál era realmente nuestro público. Entendí a quién tenía que dirigirme y quién vibraría más con nuestro proyecto. Puedes hacer bien tu trabajo y puedes gustar a mucha gente pero, una cosa es gustar y otra muy distinta es enganchar. Hacer que se queden contigo y que se sientas libres saltando en tus canciones.

Normalmente, cuando tocamos, a la gente le gusta el concierto, no se salen fuera a fumar mientras actuamos si no que se quedan hasta el final, pero luego no volvemos a saber nada de ese público. Eso era algo que no acababa de entender y no paraba de preguntarme qué más tenía que mejorar para darle la vuelta a esa situación. ¿Qué estábamos haciendo mal?¿Qué nos faltaba? Nos faltaba dirigirnos al público cuyos gustos musicales se parecieran más a nuestras influencias musicales, ni más ni menos.

El concierto casi había llegado a su fin, tocamos "Handful of Reptiles" y "Stone in my way", recibimos mucho calor del público y nos bajamos sudorosos, contentos por darlo todo, descontentos por la actuación del técnico de sonido. Del descontento salió la lección número dos: no volvemos a tocar, al menos en un evento así, sin nuestro propio técnico de sonido. No sé el tiempo que nos llevará encontrar al adecuado para el proyecto pero es muy necesario tenerlo porque, puedes ensayar muchísimo pero el 50% del concierto es el técnico.

foto de Ángel Marco Peñuda

Al día siguiente mi móvil sonó más de lo habitual y empezaron a llegar mensajes privados, tanto a la página de facebook de la banda como a mi cuenta personal, con felicitaciones por el concierto procedentes de personas que no conocía de nada. También saltaron notificaciones de gente que se estaban suscribiendo tanto a nuestro canal de youtube como a la newsletter de la banda, además de empezar a seguirnos a través de twitter y facebook. Todo fueron señales de que aceptar aquel concierto valió mucho la pena.

No puedo describir lo especial que me hizo sentir la gente que se tomó la molestia de escribirnos. Lo gratificante que es. No me refiero a lo bien que uno se siente cuando le dicen que es estupendo y maravilloso, me refiero al valor que tiene el hecho de que una persona, cuando se levanta al día siguiente después de ver tu concierto, decide que le ha molado lo suficiente como para tomarse la molestia de buscarte y escribirte lo que sea. El valor de ese tiempo invertido en nosotros por parte de estas personas es INCALCULABLE, así que gracias, gracias y GRACIAS.

Tengo las pilas cargadísimas y estoy deseando que llegue el próximo concierto, sobre todo porque por primera vez saldremos de Valencia y viajaremos por varias ciudades de la península enseñando nuestro trabajo. Próxima parada Barcelona el 4 de Marzo :D.




Video grabado y editado por Pequeño Timmy Films