Trabajar con la mente: el diario que nunca debí dejar de escribir.
- domingo, septiembre 20, 2015
- By Unknown
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fuente: http://brainpages.org/whats-the-difference-between-the-mind-and-the-brain/
Hace años asistí a un seminario que, básicamente, me cambió la vida y la manera de ver las cosas. Es ese seminario el que da nombre al blog puesto que, cuando salías de él, recibías un diploma de "pequeño saltamontes", que significaba el inicio del camino hacia la felicidad. Desde mi asistencia a aquel seminario me aficioné a, de vez en cuando, leer libros que tratasen el tema de la felicidad y de cómo mejorar mi vida trabajando con mi mente, desechando todos aquellos pensamientos o actitudes negativas que, al fin y al cabo, no llevan a buen puerto.
Pues bien, hace no mucho me topé con los vídeos de una mujer que trabaja también estos temas: Carlota del Pozo. Vi algunos de sus vídeos de Youtube y, en uno de ellos, contaba cuáles eran, según su experiencia, los cuatro pasos o rutinas que había que seguir para conseguir aquello que te propongas y, además, ser más feliz. Tras verlo, como me parecían cosas coherentes, me dispuse a ponerlos en práctica y, he de decir que van bastante bien y los recomiendo.
El primer paso, según el vídeo de arriba, es, nada más despertar, decirte a ti mismo: "hoy va a ser un buen día". Normalmente cuando abro un ojo, lo primero que hago es coger el móvil y empezar a revisar mails, redes sociales y a crearme una lista interminable de tareas a realizar en las pocas horas que estoy en casa por la mañana. Ahora eso lo hago mucho más tarde, no es mi prioridad nada más despertar. Parece la mayor chorrada del mundo pero, sustituir el ojear el móvil por esta frase me ha gustado bastante. Por supuesto, la lista interminable de tareas ya no la hago, me estoy organizando de otra manera, priorizando aquellas cosas que creo me llevarán a mi objetivo. También, como paso uno, aunque se haga al acabar del día, Carlota te propone que agradezcas todo lo bueno que te haya pasado, o bien durante ese día, o en tu vida en general. Dar las gracias suele ser algo agradable y suele sacar sonrisas.
El segundo paso es leer, durante diez minutos, un libro que te aporte ideas positivas. Carlota da algunos títulos que ya conocía y que no había leído así que, compré algunos en Kobo (tienda de ebooks de Sony) por unos 3$ cada uno. Empecé por uno que se llama "La ciencia de hacerse rico" de Wallace D. Watles. Si dejas de lado algunos párrafos referentes a Dios (no soy creyente), el libro aporta ideas interesantes sobre cómo encaminarte hacia tus objetivos de una manera, digamos, sana. Lo leí bastante rápido así que, ahora estoy con otro que se basa en ese pero ampliado y con ejemplos enriquecedores acerca de personas que empezaron sin nada y consiguieron aquello que querían y parecía imposible (ese tipo de ejemplos me encantan), "Piense y hágase rico", de Napoleon Hill. Si no tienes tiempo o directamente no te gusta leer, la opción del audio libro es bastante molona, alguien te lee el libro mientras desayunas.
El tercero de los pasos a seguir es escribir en una libreta o diario todo aquello que te preocupe, te moleste, alguna duda que tengas sobre tu vida... De tal manera que puedas llegar a conclusiones mientras escribes. Total, que rescaté un diario que escribía de uvas a peras (sí, escribo un diario desde 1995, de hecho, debo ser una de las pocas personas que en su día acabó uno y empezó otro xDD ). Ahora escribo todos los días, por la mañana, y la sensación que tengo es de empezar el día mucho mejor, como más relajada y con las pilas más cargadas, preparada para los retos que tengan que venir o que me quiera proponer. Hay quien hace de las redes sociales su diario, esto va a gustos pero hay cosas muy personales que valdría más no compartir tan alegremente en la plaza del pueblo que son facebook y twitter. Cuando tengo que publicar algo en estos medios lo hago siempre pensando en lo que estoy haciendo.
El cuarto paso consiste en planear tu día el día de antes, estructurándolo en clases de tareas. Este paso es el que peor llevo, estoy aprendiendo a, digamos, ajustar mejor la cantidad de actividades y su duración, teniendo en cuenta que el calendario tiene que ser flexible por si surgen imprevistos, así que sigo trabajando bastante en él.
Pues nada gente, espero que esto que escribo hoy os sirva, os motive y os haga muchísimo más felices que, al final, es lo que cuenta.