Diario de una Pequeña Saltamontes

Foto de Graft Ground

Ya casi ha terminado la jornada de trabajo. Es el último alumno del día y estamos revisando aquellas canciones que le encantaría cantar bien, que le encantan, que le emocionan, que le hacen vibrar.
Mi oído va analizando cada parte, va descubriendo la maravillosa voz que hay escondida debajo de los malos vicios adquiridos a lo largo de los años. Me emociono con los progresos y de pronto... Una llamada.

Ha pasado tiempo desde que un 4 de noviembre de 2014 recibí una llamada que me llenaría de emoción, alegría e ilusión. Una llamada que me daba una oportunidad de aprender muchísimos y, por tanto, de crecer como artista. Una llamada en la que compartiría escenario con una de mis bandas favoritas: Crucified Bárbara. Cuento toda la experiencia en este post.

Seventh Hell junto a Crucified Barbara

Cuando vi quién me llamaba no pude evitar recordar aquella emoción que sentí. Me pregunté ¿qué será esta vez?¿Será otra oportunidad como aquella? Y sí, así era. Una oportunidad estupenda para medir qué tal controlo los nervios esta vez. Un reto. Una oportunidad de visibilidad y de sumar apoyos al proyecto musical en el que me dejo la piel cada día.